¿Por qué el LENGUAJE NO VERBAL importa más que las PALABRAS? – María del Olmo

¿Por qué el LENGUAJE NO VERBAL importa más que las PALABRAS?

Imagina entrar a una sala de reuniones. Estás decidido a dar tu opinión, pero algo sucede y no eres consciente: antes de que abras la boca, ya has comunicado algo. 

Tus gestos, tu postura, incluso el modo en que respiras, ya han hablado por ti. Es fascinante, ¿verdad? Esto es el poder del lenguaje no verbal, y aunque no lo pensemos a menudo, es uno de los pilares más sólidos en nuestra comunicación diaria.

A menudo, nos obsesionamos tanto con lo que decimos, que olvidamos que el cómo lo decimos puede cambiar completamente el mensaje. Los gestos, el tono de voz, la postura y las expresiones faciales son como la “letra pequeña” de nuestra comunicación. Y como en cualquier contrato, la letra pequeña importa, ¡y mucho! 

En este artículo, quiero invitarte a explorar conmigo el fascinante mundo del lenguaje no verbal, y cómo puedes aprender a usarlo para conectar de manera más efectiva con quienes te rodean.

Más allá de las palabras: los tres ingredientes de la comunicación

Cuando pensamos en “comunicación”, lo primero que se nos viene a la mente son las palabras, ¿cierto? 

Es lógico, ya que es el vehículo más obvio. Pero lo cierto es que las palabras solo constituyen una parte del mensaje. Nuestra comunicación tiene tres elementos clave:

  • Palabra: Es el contenido. Lo que dices literalmente.
  • Paralingüística: Se refiere al cómo lo dices. Incluye tu tono de voz, el volumen, la velocidad y la entonación.
  • Lenguaje corporal: Los gestos, la postura, las expresiones faciales y los movimientos que acompañan a tus palabras.

Tu coherencia entres estos 3 elementos hará que las personas confíen en ti. Y por el contrario, cuando exista una incoherencia entre estos tres elementos de tu comunicación, tu discurso perderá credibilidad.

En mi experiencia, la magia ocurre cuando logramos que estos tres elementos trabajen en armoníaUn ejemplo claro: imagina que estás con un amigo y le dices “tonto”, pero lo haces con una sonrisa afectuosa y un tono suave. El mensaje es completamente distinto a si lo dijeras con el ceño fruncido y en un tono severo, ¿verdad? A través de algo tan simple, vemos cómo el tono de voz y el lenguaje corporal pueden redefinir el significado de nuestras palabras. Y este fenómeno está presente en cada conversación.

El lenguaje corporal: lo que dices sin abrir la boca

¿Alguna vez has sentido que una persona no estaba realmente interesada en lo que decías, aunque sus palabras afirmaran lo contrario? Tal vez tenía los brazos cruzados o evitaba mirarte a los ojos. Ese es el poder del lenguaje corporal.

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de expresar emociones e intenciones mucho antes de que emitamos una sola palabra. Gestos, posturas, expresiones faciales… todo juega un papel crucial. Imagina, por ejemplo, a alguien que dice “estoy abierto a escuchar ideas” mientras cruza los brazos y mira hacia otro lado. Su lenguaje corporal contradice sus palabras, generando confusión y desconfianza.

A lo largo de mi carrera, he visto cómo una postura ligeramente encorvada o un gesto nervioso pueden debilitar un mensaje poderoso. Y lo fascinante es que estos pequeños detalles son, en su mayoría, inconscientes. Pero aquí está lo importante: una vez que somos conscientes de ellos, podemos empezar a controlarlos. Por ejemplo, adoptar una postura erguida y abierta puede hacer que los demás te perciban como más seguro y confiable, aunque por dentro sientas nervios.

El tono de voz: el actor invisible en tu comunicación

Nuestro cerebro está diseñado para confiar más en lo que vemos que en lo que escuchamos. Es una cuestión de supervivencia: los gestos y las expresiones faciales suelen ser reflejos automáticos de lo que realmente sentimos. Por eso, cuando alguien dice “estoy bien” mientras baja la mirada y encoge los hombros, es difícil creerlo.

Cuando empecé a grabar videos para mi canal de YouTube, noté algo curioso. A veces, lo que decía no coincidía con lo que mi cuerpo transmitía. Tal vez hablaba de confianza mientras mis manos estaban inquietas o mi postura era algo encorvada. Esto me llevó a reflexionar: ¿cómo puede mi audiencia confiar en lo que digo si mi cuerpo dice otra cosa? Aprender a alinear lo que dices con cómo lo dices es clave para ser visto como una persona auténtica y confiable.

Cómo mejorar tu lenguaje no verbal

Uno de los errores más comunes que veo en mis clientes es asumir que el lenguaje corporal es algo fijo, algo que simplemente “ocurre”. Pero la realidad es que, aunque muchos de nuestros gestos son automáticos, podemos aprender a ser más conscientes y controlarlos.

Un ejercicio práctico que recomiendo es grabarte en video en situaciones cotidianas: en una conversación, dando una presentación o incluso explicando algo simple. Luego, observa detenidamente tus gestos, tu postura y tus expresiones faciales. ¿Apoyan lo que estás diciendo o envían un mensaje contradictorio?

Otro truco que uso con frecuencia es lo que llamo “la postura del éxito”. Es algo simple: cuando te sientas inseguro, adopta una postura de poder. Imagina que eres un superhéroe: hombros hacia atrás, pecho hacia adelante, pies firmes en el suelo. No solo cambia cómo te perciben los demás, sino que también afecta cómo te sientes internamente. Es increíble lo que un pequeño ajuste puede hacer.

Conviértete en un/a maestr@ del lenguaje no verbal

El lenguaje no verbal es una herramienta extremadamente poderosa que todos usamos, consciente o inconscientemente. Aprender a dominarlo es como tener una llave que abre puertas en la comunicación, ya sea en tu vida personal o profesional.

Si realmente quieres mejorar tus habilidades de comunicación, no solo te centres en lo que dices, sino en cómo lo dices y en lo que tu cuerpo está transmitiendo. La próxima vez que hables con alguien, presta atención a tus gestos, a tu tono y a tu postura. Con un poco de práctica, verás cómo tu mensaje se vuelve más fuerte y tu capacidad para influir en los demás crece de manera sorprendente. ¡Es hora de que tu cuerpo y tus palabras hablen el mismo idioma!

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